Casa de los Tiros y la familia Granada Venegas
Fachada abierta en un torreón cuadrado de la Casa de los Tiros |
A simple vista esta casa no guardaría relación con el pasado nazarí de la Reino de Granada ya que se trata de una construcción posterior, principalmente de estilo renacentista, pero entre sus muros guarda algunos restos nazaríes.
La Casa de los Tiros sigue el modelo de casa-torre para la nobleza guerrera surgida en el norte de España decorada con alegorías propias del estilo Renacentista |
La Casa de los Tiros debe su nombre a los mosquetes (tiros) situados entre sus almenas cubiertas en el siglo XIX |
Los datos disponibles de este palacio se remontan a 1510, año en que se documenta una casa perteneciente a don Pedro de Rivera, obispo de Burgos, quien la vendió a Juan de Gamboa. Éste adquirió varios almacenes y mesones colindantes al año siguiente. Adquirido por el Comendador de Montiel, Gil Vázquez Rengifo, entre 1530 y 1540 promovió la construcción de este edificio, quedando vinculada a la noble familia de origen nazarí de los Granada Venegas por lazos matrimoniales de una hija del Comendador con un nieto del noble hispanomusulmán Çidi Yahia, siendo cedida al Estado por los Marqueses de Campotejar en la década de 1920.
Los Marqueses de Campotejar, al ceder el edifico, enviaron a Italia (Génova) el Archivo de su familia, excepto una colección de documentos relacionados con El Generalife. Junto al archivo, viajó a Italia una joya que hasta entonces se había conservado en esta casa: una jineta que la tradición decía pertenecer a Boabdil pero que seguramente era propiedad de los Infantes de Almería. La empuñadura, abrazadera y conteras de la vaina, eran de plata sobredorada, preciosamente cinceladas con labores de tallos y hojas y algunos esmaltes con entrelazados y caracteres cúficos. La hoja era cristiana, con la marca del espadero escrita en letras góticas y una granada, y la vaina de tafilete dorado con hilo de plata. La forma general de la espada se parecía a la que poseía el Marqués de Vilaseca y que se conserva en el Museo de San Telmo de San Sebastián.
Volviendo a la Casa de los Tiros, el interior conserva uno de las obras del Quinientos más importantes de la ciudad, la Cuadra Dorada, donde la cultura clásica se pone al servicio de intereses ideológicos concretos, muy definidos por las características particulares de quienes lo encargaron y las razones de porqué lo encargaron. La familia de los Granada Venegas había formado parte de la nobleza nazarí que apoyó a El Zagal contra Boabdil -Abul Casim Venegas fue primer ministro de Muley Hacén además del jefe de la diplomacia del reino encargado de la administración nazarí y de tramitir y hacer cumplir las órdenes del emir- y que tras el aborto de la conspiración no tuvo otro remedio que acercarse a Castilla y renegar su religión. Se trataba de un linaje de musulmanes conversos que necesitaba, en una sociedad hostil, enraizarse y hacer olvidar su procedencia, lo que hizo que esta nobleza renegada se convirtiera en la más reaccionaria y enemiga de los grupos de moriscos, negando su propia cultura para definirse y situarse en el nuevo organigrama social.
Los Marqueses de Campotejar, al ceder el edifico, enviaron a Italia (Génova) el Archivo de su familia, excepto una colección de documentos relacionados con El Generalife. Junto al archivo, viajó a Italia una joya que hasta entonces se había conservado en esta casa: una jineta que la tradición decía pertenecer a Boabdil pero que seguramente era propiedad de los Infantes de Almería. La empuñadura, abrazadera y conteras de la vaina, eran de plata sobredorada, preciosamente cinceladas con labores de tallos y hojas y algunos esmaltes con entrelazados y caracteres cúficos. La hoja era cristiana, con la marca del espadero escrita en letras góticas y una granada, y la vaina de tafilete dorado con hilo de plata. La forma general de la espada se parecía a la que poseía el Marqués de Vilaseca y que se conserva en el Museo de San Telmo de San Sebastián.
Capiteles nazaríes en la Casa de los Tiros |
Detalle de los capiteles |
Volviendo a la Casa de los Tiros, el interior conserva uno de las obras del Quinientos más importantes de la ciudad, la Cuadra Dorada, donde la cultura clásica se pone al servicio de intereses ideológicos concretos, muy definidos por las características particulares de quienes lo encargaron y las razones de porqué lo encargaron. La familia de los Granada Venegas había formado parte de la nobleza nazarí que apoyó a El Zagal contra Boabdil -Abul Casim Venegas fue primer ministro de Muley Hacén además del jefe de la diplomacia del reino encargado de la administración nazarí y de tramitir y hacer cumplir las órdenes del emir- y que tras el aborto de la conspiración no tuvo otro remedio que acercarse a Castilla y renegar su religión. Se trataba de un linaje de musulmanes conversos que necesitaba, en una sociedad hostil, enraizarse y hacer olvidar su procedencia, lo que hizo que esta nobleza renegada se convirtiera en la más reaccionaria y enemiga de los grupos de moriscos, negando su propia cultura para definirse y situarse en el nuevo organigrama social.
Destaca en la fachada principal el lema de la familia con la leyenda "el corazón mande" |
Çidi Yahia, nieto del rey nazarí Yusuf IV, era caudillo de Baza y señor de Almería cuando se bautizó en verano de 1491 bajo el nombre de don Pedro de Granada. Su padrino fue el rey Fernando el Católico, justificando su conversión por una intervención directa de san Pedro. Este oportuno bautizo supuso que la familia noble pudiera mantener sus privilegios en la ciudad conquistada.
Patio de la Casa de los Tiros cuyo origen está en una casa nazarí sobre el que se levantó el palacio |
Huellas del pasado nazarí de la casa, desvelan una vivienda islámica reedificada como palacete renacentista. Recientes restauraciones han sacado a la luz que en el muro que separa el zaguán del patio había un hueco de paso tapiado que apunta haber sido la puerta original de acceso a la vivienda nazarí.
Además, en el muro sureste del torreón también apareció otro hueco tapiado que parece indicar que podría haber sido el acceso a una antigua mezquita, llamada Ibn Gimara, adquirida en 1521 por Gil Vázquez Rengifo, al suprimirse la parroquia instalada en ella.
Por otro lado, en el patio (seguramente oculta una primitiva alberca bajo el mismo), la escalerilla que parte de uno de los ángulos y las seis columnas de capiteles nazaríes son elementos residuales de una vivienda musulmana, que junto al suelo de ladrillo medieval dispuesto en espiga (hallados a algo menos de medio metro por debajo del nivel actual) y el alfaje policromado de la conocida como Sala del Toro, demuestran su pasado nazarí.
Detalle de los capiteles ubicados en el patio de la Casa de los Tiros |
Otras excavaciones en el jardín de la casa habían sacado al descubierto un horno alfarero que, a juzgar por los restos de cerámica, pudo remontarse hasta época zirí.
Yesería nazarí expuesta actualmente en la Casa de los Tiros y procedente de las excavaciones realizadas en el mismo lugar y que forma parte del Museo del Romanticismo, en la sección orientalista |
Actualmente alberga un museo en su interior que se puede visitar los martes, de 14.30 a 20.00 o de miércoles a sábado, de 9.00 a 20.00, incluso los domingos y festivos, de 9.00 a 14.00.
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