La evolución de al-Ándalus y el origen del Reino nazarí de Granada
Tras la caída del califato cordobés en el siglo XI, surgen en al-Ándalus diferentes reinos de taifas que desaparecen con el empuje de los reinos cristianos que consolidan su expansión, así como por las invasiones islámicas de almorávides y almohades que intentan conseguir la unidad perdida de al-Ándalus, sin llegar a conseguirlo. Sólo el reino de Granada consigue perdurar casi tres siglos a la presión de Castilla y de Aragón, uno de los reinos peninsulares más longevos del medievo. Aunque sus dominios no dejaron de ser hostigados por las conquistas de los reinos cristianos, con lo que esto suponía para los habitantes de los territorios fronterizos, que vivían con la constante inquietud sobre su futuro, la vida del vida en el emirato se desarrolló por lo general de un modo estable y dinámico. A pesar de los conflictos, la historia andalusí es una época de florecimiento cultural en la que prosperaron todas las ramas del saber, la literatura, el arte y la técnica.
El final del Califaro de Córdoba en 1031 dio lugar a la aparición de numerosos poderes locales, pequeños reinos llamados taifas, entre los que sobresalen Zaragoza, Toledo y Sevilla |
Seguidamente, los almohades harán de Sevilla en 1146 la capital de su imperio |
Tras la caída del imperio almohade, sólo el reino nazarí de Granada resistió ante la presión cristiana de los reinos de Castilla y Aragón |
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