Baño del Polinario o de Mohammed III
Vista exterior de la linterna del baño del Polinario desde la calle Real |
Acceso actual a los Baños del Polinario |
Construido bajo el reinado de Mohammed III, utilizando lo recaudado por la yizya (el impuesto que se cobraba a los cristianos que sembraban las tierras de la frontera), se surtía con el agua de la acequia Real, además de por una alberca situada hacia el Partal, garantizando la afluencia de agua. Mohammed III fue depuesto en el trono por lo que estos baños eran conocidos como al-Makhulu o "el Depuesto".
Aunque originalmente, los fieles de la mezquita accedían a él para sus abluciones desde la calle Real de La Alhambra, hoy en día este edificio se oculta entre los muros de una casa construida entre los siglos XVII y XVIII. Según constaba, se derribó hacia 1534, pero gracias a que se hallaron suficientes testimonios (los arranques de las bóvedas, la linterna, etc) se pudo reconstruir y restaurar en 1934 por Torres Balbás. El nombre de "Polinario" proviene del mote del padre del compositor Ángel Barrios, ya que tenía una taberna en este mismo lugar.
Fragmento de azulejos que recubrirían las paredes |
La conocida como Fuente de Santa María que actualmente se expone en el Museo de La Alhambra (Palacio de Carlos V), es de fábrica nazarí a principios del siglo XIV, en mármol, y procede de la iglesia de Santa María de La Alhambra donde se conservó hasta mediados del siglo XX como pila bautismal. La iglesia inició su construcción en 1585 y finalizó en 1618, sobre el solar que ocupó la mezquita principal de la Alhambra (consagrada como catedral inmediatamente tras la conquista), derribada por su estado de ruina en 1576. La mezquita fue mandada construir por Muhammad III (1302-1308) junto con el vecino Baño del Polinario para su sostenimiento económico.
Esta singular fuente nazarí, que fue pila bautismal en la iglesia de Santa María de La Alhambra tiene forma de gran timbal de mármol blanco con irisaciones rosáceas y ámbar |
Esto nos lleva a pensar si la pila de Santa María tuvo una función ritual en las proximidades de la Mezquita de la Alhambra o si los nuevos pobladores cristianos de la Alhambra identificaron el simbolismo y religiosidad de la pieza y la mantuvieron en rituales y escenarios tan cercanos. Probablemente no conozcamos nunca la respuesta.
El hammam es uno de los elementos más identificativos de la cultura islámica ya que permite la ablución mayor antes de la oración por lo que es habitual que haya baños cerca de las mezquitas, incluso formando parte de ellas para que los ingresos derivados de su explotación ayudasen a costear el mantenimiento del centro religioso. Por otro lado, es un espacio para la higiene y para el encuentro social, atribuyéndole además propiedades saludables por su atmósfera cálida que permite la transformación mediante el sudor y el contraste entre agua fría y caliente.
La Alhambra, una ciudad aristocrática con una población que oscilaría entre los 1.500 y los 2.000 habitantes, disponía de una decena de baños para el servicio de los señores y sus familias, para los soldados y para los artesanos que atendían las distintas industrias al servicio de la corona; de estos baños, al menos dos o tres eran públicos.
Linterna de la sala de reposo |
Mastabas de la sala de reposo o bayt al-maslaj |
El pasillo de la derecha conduce a la casa nazarí anexa |
Tras otro pasillo en recodo se llega a la primera de las tres salas húmedas, que a diferencia de lo que es habitual, no se encuentra en el mismo eje, sino en ángulo recto con el vértice en la sala templada. En realidad, la estructura de este baño es muy peculiar pues sus salas no están situadas de forma paralela como viene siendo habitual en los baños islámicos.
Arriba plano, y abajo sección de los Baños del Polinario |
Sala fría o bayt al-barit |
A través de un arco situado en el ángulo nordeste se pasa a la pequeña sala fría, cubierta por una bóveda baída; la sala fría o bayt al-barid servía de transición en este contraste de temperaturas y cuenta con una pila en un extremo. A continuación se accede a la sala templada, también cubierta por bóveda baida y con dos pilas de inmersión que nuevamente rompe con el esquema tradicional de los baños hispanomusulmanes.
Pila de la sala de agua fría |
Finalmente se accede a la sala caliente, de tamaño similar a la anterior pero rectangular y con alhanías o alcobas separadas por dobles arcos de herraduras en dos de sus lados, contando con una pila de inmersión en uno de ellos, aunque tendría otra en el lado contrario que ha desaparecido.
Alhanía de la sala caliente, separada por dobles arcos |
En el centro queda el espacio de la caldera a la que se accede por detrás de la pila desaparecida, frente a la entrada de la sala caliente, desde la que se puede ver el hipocausto que dejaba salir el humo del horno bajo el pavimento. De este modo se calentaban los baños.
Pila de agua de la sala caliente |
Acceso a la sala caliente |
Reflejo de las lucernas reconstruidas por Torres Balbás |
La alhanía norte de la sala caliente cuenta con una pila de agua que conserva el revestimiento de azulejos que hace suponer la existencia de otra simétrica al sur, pero esa zona no llegó a ser reconstruida para conservar la casa que fue construida aprovechando los muros del Baño.
Pila de agua recubierta de azulejos en la alhanía norte de la sala caliente de los Baños de Mohammed III |
Sala caliente del Baño del Polinario |
Detalle de capitel cubico nazarí de la sala caliente, del reinado de Ismail I, posterior a su construcción, el único que se conserva en estos baños |
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