El astrolabio nazarí y la astronomía


El legado astronómico árabe es fruto de la asimilación de tradiciones anteriores (mesopotámica, griego-helénica e indoirania) y la elaboración de propuestas propias, y constituye uno de los ejemplos más brillantes de un patrimonio científico mediterráneo compartido. Un patrimonio intangible en el que concierne a ideas y vocabulario, que incluye terminología técnica y nombre de estrellas, y un patrimonio tangible formado por manuscritos e instrumentos que, fieles compañeros del astrónomo, le acompañarán en un viaje de ida y vuelta por los grandes centros científicos del mundo árabe medieval, de Bagdad a Córdoba y de al-Ándalus a Samarcanda. Cuadrantes, esferas, astrolabios y sofisticados instrumentos estuvieron a disposición de astrónomos y observatorios.

En el reino nazarí de Granada, entre los siglos XIII y XV brilló de manera singular el conocimiento astronómico. En Granada hay que destacar la creación de la Madraza o Casa de 'Abd al-Barr en el siglo XIV, lugar especializado en la enseñanza de las ciencias religiosas y jurídicas pero que a su vez fue un centro de actividad cientifica.

Son numerosos los astrolabios que se realizaron en Granada, pues aún se conservan más de diez del período nazarí. La actividad de observatorios y astrónomos necesitaba útiles muy especializados que tenía su aplicación en la vida cotidiana: determinación de la hora de oración y la duración de las lunas, orientacion de la alquibla de las mezquitas de los enterramientos, realizar sacrificios, hacer la peregrinación, etc. Muchos de ellos eran fabricados por los mismos astrónomos, que aunaban junto al conocimiento cientifico una gran destreza artistica, pues algunos presentan una cuidada caligrafía y decoración. Destacan dos grandes astrolabistas que trabajaron en esta ciudad, los Ibn Baso (padre e hijo), procedentes del Levante peninsular. El primero de ellos fue el inventor de la "lámina general", válida para todas las latitudes, uno de los grandes avances de la astronomía andalusí y que fue muy conocida en Oriente, basada en los conocimientos de Azarquiel que utilizaban a su vez las obras orientales llegadas a al-Andalus. El segundo, Ibn Baso hijo, pasó parte de su vida en el Magreb, en donde estudió las tablas astronómicas realizadas por el tunecino Ibn Ishaq, basadas también en las del andalusí Azarquiel, y las reintrodujo en al-Andalus, donde destacó por la calidad artística de sus astrolabios, que también incorporaban la lámina general que inventó su padre. 


Este astrolabio se atribuye a Ibn Baso,
posiblemente fabricado en Granada en 1280
pero se conserva en el Museo della Specola
en Bolonia (Italia); en el tímpano original de
este astrolabio aparecen entre otras las latitudes
de Granada, Sevilla, Ceuta, Marrakech, El Cairo
o La Meca

El Astrolabio de Ahmad b. Husayn b. Baso
se construyó en el Emirato nazarí entre
1304 y 1305 (se conserva en el Linton
Collection, Point Lookout de Nueva York);
este constructor de astrolabios formó parte
de una importante familia de astrónomos
de la mezquita aljama de Granada

Astrolabio de Ahmad b. Husayn b. Baso
Granada, 1304 - 1305
Museo de Arte Islámico, Doha (Qatar)

Pero además de los astrolabios atribuidos a ellos se conservan los realizados por otros grandes astrolabistas granadinos, como Ahmad ibn Ali al-Sharafi, Muhammad ibn Faray, Ibn al-Raqqam e Ibn Zawal.

El astrolabio de Ibn Zawal se fabricó en el Albaicín de
Granada en 1481 y se conserva en el Museo Arqueológico
de Granada; junto con los signos zodiacales y otros nombres
característicos del instrumento, se graba, en cúfico la firma
del artífice del considerado como el último astrolabio
granadino: "Lo fabricó Mohammed Ibn Zawal en el
año 88 H."
 Lleva una lámina preparada para la
latitud de 37º que el propio Ibn Zawl calculó para
la ciudad de Granada


Los astrónomos fueron personajes muy destacados en su época, estando normalmente muy próximos al poder, pese al malestar que esto podía generar en ulemas y alfaquíes debido a que mediante el uso de sus conocimientos astronómicos se encargaban de tareas relacionadas con la predicción de los sucesos del futuro. Tras una fase inicial de traducción y asimilación, los astrónomos árabes no tardaron en producir las primeras obras originales en cuanto a descripciones de estrellas, astronomía esférica, trigonometría aplicada, modelos planetarios y elaboración de tablas. 

En Granada, en el siglo XI, el rey zirí Abd Allah en sus Memorias ya nos habla de la presencia de astrolabios y astrónomos. Las fuentes árabes medievales dan cuenta de la existencia de estaciones de observación al aire libre, en residencias particulares, en jardines reales o en lugares públicos. En el siglo IX, existieron observatorios en Bagdad, al-Samasiyya, y en Damasco, al-Qasiyun, pero estos observatorios son una excepción y habrá que esperar hasta el siglo XIII para la creación del Observatorio de Maraga, al que seguirán los de Samarcanda (siglo XV) y Estambul (siglo XVI). 

La astronomía, continuó presente durante siglos, en la propia arquitectura palatina de La Alhambra con la grandiosidad de construcciones destacadas como el techo del Salón de Comares representando los siete cielos superpuestos, pero no hay noticia de la existencia de observatorios en el occidente musulmán más allá de alguna referencia al uso de torre como lugar de observación, como la Torre de las Damas de La Alhambra, aunque sí de la presencia continuada de verdaderos astrónomos profesionales al servicio de las mezquitas de Granada.

El Astrolabio de Ahmad ibn Ali al-Sarafi (1328 - 1329) se conserva
en el Sjöhistoriska museet de Estocolmo; este astrónomo fue
originario de las cercanías de Sevilla posiblemente, realizando
este instrumento en la ciudad de Alcalá, siendo una pieza
muy completa que consta de nueve láminas


Al-Ándalus tuvo una aportación distinguida en la materialización de opciones complejas y entre los siglos XI y XIV fueron astrónomos y astrolabistas andalusíes quienes pusieron a punto los instrumentos universales que acabarían regresando a Oriente y llegando a Europa. La historia del diseño de los instrumentos astronómicos guarda relación con la historia de la matemática aplicada y el desarrollo de la geometría descriptiva y la teoría de las proyecciones. La literatura medieval sobre instrumentos astronómicos conoce la existencia de algunas obras que son compendios de instrumentos conocidos por quien lo escribía. Algunos de estos instrumentos son estándar, tradicionalmente muy conocidos y en circulación, pero otros son variantes geométricamente complicadas cuya existencia real se pone en duda.

La actividad de Observatorios y astrónomos necesitaba de útiles apropiados y este hecho favoreció el perfeccionamiento de los instrumentos de tradición ptolemaica y la invención de algunos nuevos. De la mayoría de ellos existen centenares de tratados que se conservan en miles de copias manuscritas en bibliotecas públicas y privadas. Estos textos no suelen aportar información sobre la tecnología ni los materiales usados en la construcción de los instrumentos.

Cuadrante astronómico de al-Mizzi
Damasco (Siria) 1333-1334
Reproducción de The British Museum
en Londres

Tampoco de los procedimientos seguidos, que eran sobre todo artesanales y combinaban la parte técnica con una cuidada caligrafía y decoración. Muy a menudo los astrónomos eran astrolabistas y construían eran astrolabistas y construían sus propios instrumentos, pero también sabemos de astrolabios y cuadrantes que fueron objeto de un mercado especializado.

Astrolabio expuesto en la Sala Al-Ándalus del Parque de
las Ciencias de la ciudad de Granada

Los astrolabios son a la vez una representación del cielo, como unas herramientas utilizadas para diferentes tareas desde calcular el tiempo, la duración del día y de la noche mediante la simulación de los movimientos de los astros, las latitudes, medir la altura de accidentes geográficos o de los astros, hasta la elaboración de horóscopos. Basándose en los cambios del cielo consecuencia de la rotación de la Tierra sobre sí misma y alrededor del Sol y estableciendo la imagen del cielo en un determinado día del año y a una hora concreta de la noche, podían precisar el movimiento y la posición de los astros.

Estos instrumentos astronómicos constan de una caja o madre con dos caras: la faz y el dorso, y un colgadero o trono para poder manipularlo verticalmente.

Faz de un astrolabio, reproducción en miniatura
de la marca Hemisferium

Dorso de un astrolabio, reproducción en miniatura
de la marca Hemisferium

Su uso se extendió por el mundo islámico durante la Edad Media, siendo un útil indispensable para astrónomos y astrólogos, así como en el avance de las técnicas de navegación y las nuevas tierras descubiertas a partir de la Edad Moderna asentándose en la Cultura Occidental sobre las bases de la geografía árabe.

Coincidiendo con la celebración del Milenio (1013 - 2013) en la ciudad de Granada, en la Exposición "Arte y Culturas de Al-Andalus, El Poder de la Alhambra" hay expuestas dos curiosos ejemplos de astrolabio nazarí:

  • El astrolabio de Ibrahim ibn Muhammad ibn al-Raqqam, que se conserva en Madrid, en la Real Academia de la Historia: un astrolabio fechado en 1320, fabricado en bronce (12,5 x 0,3 cm) y procedente de Guadix, aunque fue hallado en un derribo en el Albaicín de Granada, tiene como única lalitud marcada la de Guadix (37º 20'), con la inscripción en el dorso "Este es el primer astrolabio fabricado por Ibrahim ibn Muhammad ibn al-Raqqam en Wadi As (Guadix), que Dios la salvaguarde" y en línea horizontal "En el año 720 de la Hégira (=1320)".
El afamado astrónomo murciano Ibn al-Raqqam estuvo
trabajando en Granada a petición del rey Mohammed II,
y su hijo continuó la labor de su padre como constructor
de instrumentos astronómicos en la misma ciudad

Estas herramientas permitieron observar el cielo, elaborar teorías, computar tablas y medir el tiempo y, también, rezar, ayunar, peregrinar y enterrar a sus muertos de acuerdo con la ortodoxia requerida por el Islam.

Astrolabio hispano-gótico
Siglo XIV reproducción de
Society of Antiquaries en Londres

Los últimos talleres de astrolabios de al-Andalus estuvieron en el reino nazarí de Granada, en donde se realizaron numerosos instrumentos. Gracias a los trabajos de David King, de la escuela cientifica de la Universidad de Barcelona o de la profesora Azucena Hernández Pérez, estas piezas son bien conocidas. A su valor como objetos científicos y técnicos se añade su incalculable valor artístico. Con una sola mirada sobre los aún conservados, se puede intuir la presencia destacada que la astronomía tuvo en el emirato nazari.

Instrumentos astronómicos del período nazarí (1232-1491)

Sólo se conservan cuarenta astrolabios en todo el mundo, de los cuales veinticuatro están en España y de ellos sólo nueve son musulmanes, siendo el astrolabio de Ibn Zawal el único construido expresamente para la latitud de Granada.

Partes de un astrolabio andalusí



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