La epigrafía nazarí

Páginas sueltas del Corán conservadas en una caja 

portátil procedente de Granada cerca del final de la

dinastía nazarí (1492) o el Norte de África de finales

del siglo XV; este ejemplar único se lee de izquierda

a derecha (el árabe se lee de derecha a izquierda), 

en escritura andalusí.



Se entiende por epigrafía la escritura realizada en diferentes materiales (piedra, metal, madera, estuco, cerámica, textiles, etc) en una diversidad de estilos (cúfico arcaico, cúfico florido, simple, cursiva, etc) y con representaciones estéticas y simbólicas. 

La caligrafía es la manifestación artística más importante del Islam y en consecuencia el calígrafo es el artista más considerado socialmente: a aquel cuyas palabras son hermosas debe respetársele.

Porque la caligrafía da forma a la palabra divina y tiene la misma función iconográfica que las imágenes en el arte occidental. La escritura árabe es equivalente a las imágenes sagradas del arte cristiano. El hecho de que el árabe fuese la lengua en la que se escribió el Corán, le confirió un carácter sagrado y de símbolo de la civilización musulmana, por lo que la grafia árabe sirvió para anotar otras lenguas como el persa, el turco, el afgano o dialectos norteafricanos.

La importancia de las inscripciones epigráficas convierten La Alhambra en un auténtico libro, que ha sido brillantemente calificado como "la edición más lujosa del mundo" por el profesor Gonzalo M. Borrás Gualís.

El sistema gráfico árabe sólo poseía en principio signos para las vocales largas y las consonantes, y en éstas un mismo signo podía representar varios sonidos. Esta dificultad hizo que, si bien la epigrafía oficial mantuvo en rincipio una unidad de estilo -cúfico- las necesidades prácticas hicieran evolucionar una escritura "utilitaria", con puntos diacríticos y signos vocálicos auxiliares, que a partir del siglo X entró también en las inscripciones como grafía cursiva o nasjí, que acabó predominando sobre la cúfica.

Los estilos, pueden ordenarse cronológicamente a grandes rasgos:
  1. Cúfico arcaico: con la línea base del texto rígidamente horizontal, y formas geometrizantes. Los espacios vacíos no se utilizan.
  2. Cúfico florido: estiliza los caracteres y añade remates florales y adornos. Innovación abbasí, aparece sin embargo en Al-Ándalus con la instauración de los Omeyas.
  3. Simple: variante impulsada por el Califa cordobés al-Hakam (año 961), eliminando los remates vegetales pero continuando con la evolución de los trazos.
  4. Los Reinos de Taifas desarrollarían variedades locales, tanto sobre el cúfico florido como el Simple.
  5. Cúfico Almohade: coexistiendo con la cursiva, el cúfico se enriquece con nexos curvos en la parte inferior, remates decorativos y fondos vegetales de relleno.
  6. Cursiva: escritura más utilitaria y legible, su uso coincide con el empleo de materiales más versátiles, como el estuco o la madera. A partir del siglo XII predomina en casi todo el Islam.
Los nazaríes recuperaron el formulario fundacional del Califato Cordobés y simultanearon cursiva y cúfico en sus inscripciones, con gran abigarramiento de fondos vegetales, siendo la divisa de la dinastía nazarí (Sólo Alá es vencedor) la fórmula preferida.

La preferencia por determinados estilos o fórmulas remite en última instancia a las orientaciones ideológicas del poder en una época determinada. En algunos casos puede también hablarse de una función propagandística de la epigrafía. Así, frente a un repertorio de fórmulas propiciatorias para el soberano, y una gran utilización del cúfico en el califato Omeya o en el período taifa, la reforma almohade generalizó el uso de la cursiva y dotó a las citas de contenido eminentemente religioso. El poder político y religioso están íntimamente unidos en el mundo islámico.



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